Mapa Cucha Cucha - Membrillar |
LA PRIMERA VICTORIA DE LOS ALIADOS
PATRIOTAS (CHILENOS Y ARGENTINOS)
Permaneciendo en el sector de Membrillar por instrucciones delgeneral O’Higgins, durante febrero de 1814 el coronel Mackenna
mantiene en permanente observación a los realistas. Estando el
campamento patriota próximo a la hacienda de Cucha Cucha,
propiedad del chileno don Luis Urrejola, renombrado comandante
realista y enemigo acérrimo de la causa independista; Mackenna es
informado de la incipiente concentración de fuerzas enemigas en
dicho sector. Para desbaratar cualquier amenaza, el propio
comandante Mackenna sale la madrugada del día 23 de febrero de
1814, desde el campamento patriota de Membrillar, secundado por
el coronel Andrés de Alcázar, liderando un contingente de ataque,
compuesto de 300 fusileros, 40 dragones, 2 piezas de artillería y
varios oficiales de milicia; dejando a cargo del resto de las fuerzas
aliadas, al comandante rioplatense Marcos Gonzalez Balcarce, en
calidad de jefe de estado mayor de dicha división. Al llegar al
amanecer a las casas de la hacienda, las encuentran vacías, ya que el
enemigo había cruzado el rio Ñuble. Ordenando descansar a la tropa,
Mackenna distribuye gente para requisar el ganado disponible en
las inmediaciones, lo que es detectado por los realistas, quienes
repasando nuevamente el rio, se lanzan en ataque contra los
patriotas. Al encuentro de las tropas monarquistas sale el valeroso
teniente coronel patriota don Santiago Bueras, quien junto a sus
hombres logra contenerlas, obligándolas al repliegue. Una vez
reforzados los realistas, emprenden nuevamente ataque sobre las
tropas de Bueras, las cuales apoyadas por un cuerpo de 100
auxiliares argentinos, dirigidos por el sargento mayor bonaerense
don Juan Gregorio Las Heras, logran poner a los enemigos en franca
retirada. De esta forma, los patriotas quedan dueños del terreno,
junto con requisar abundante ganado, caballos y fusiles quitados al
enemigo.
DETALLES DEL COMBATE DE CUCHA CUCHA
En el parte oficial de la jornada, el coronel Mackenna señala que:“Nuestra pérdida de solo tres muertos, ningún prisionero y ocho
heridos, los más levemente, parecerá increíble a cualquiera que
hubiera presenciado la viveza del fuego, que fue por un tiempo a tiro de pistola.
Como los enemigos estaban formados en pelotón, casi no se
perdía tiro y se veía claramente caer muchos, en particular en tres
balas de cañón que solo alcanzó a tirar el capitán (Nicolas) García.
Otro oficial (realista) fue muerto por la partida de granaderos
mandada por el capitán graduado don Bernardo Cáceres. Como el
enemigo tiene la invariable costumbre de retirar sus muertos y
heridos en el momento que caen, no es posible decir con certeza su
perdida, pero sí aseguro que ha sido muy considerable. Los cuerpos,
oficialidad y tropa se portaron con la mayor intrepidez, y mi segundo
el coronel Alcázar me auxilió infinito, particularmente durante la
decidida maniobra de mudar de posición bajo el fuego del enemigo…”
Este combate levantó en instante la moral de los patriotas y llenó de
satisfacción al general O’Higgins y al gobierno, ya que al fin luego de
meses de inactividad se comenzaba a poner a raya a los realistas.
Más aún, enterados al día siguiente de que una partida realista había
interceptado un convoy que desde Talca llevaba considerables
pertrechos y suministros para la división de Membrillar; el coronel
Alcázar salió de inmediato en persecución de las guerrillas, logrando
atacarlas y rescatar satisfactoriamente todo el cargamento, y aún
con el agregado de quitarles además una buena partida de ganado.
Con estas acciones, los patriotas comenzaban a imponer respeto en
la zona.
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